La Generación Sándwich

¿Qué es la generación sándwich?

Este término muy extendido se refiere a aquellas personas, mujeres de mediana edad en la mayoría de los casos, que tienen que cuidar de otras personas. Por un lado tienen a sus hijos con todo lo que conlleva el día a día siendo madre y, por otro, están sus padres, suegros o tíos mayores que necesitan otros cuidados, atención y tiempo. Te encuentras en medio de las dos generaciones que necesitan de ti como si fueras “el relleno de un sándwich”.

¿Qué implica ser de la generación sándwich?

Ser una mujer de la generación sándwich implica equilibrar múltiples roles y responsabilidades. Por un lado, estás criando a tus propios hijos, lo que ya es un trabajo a tiempo completo en sí mismo. Por otro lado, también estás cuidando a tus padres o familiares mayores, ya sea que estén envejeciendo o necesiten ayuda por otras razones.

Esta situación puede generar una gran cantidad de estrés y presión emocional. Te encuentras en el medio, intentando satisfacer las necesidades de tus seres queridos mientras te aseguras de que tus propios hijos reciban la atención y el apoyo que necesitan. A menudo, esto significa malabarear horarios, coordinar citas médicas, manejar crisis familiares y, en general, estar constantemente en modo de «cuidadora».

Ser una persona del “sandwich generation” es sinónimo de mucha responsabilidad, cansancio, fatiga, ansiedad y una falta de tiempo para dedicarte a ti misma. Suma a eso las hormonas a lo loco en las edades de la mujer en perimenopausia o postmenopausia y no es sorprendente que tengamos la sensación de no dar abasto y de que vivimos por y para las otras personas en nuestra vida.

Uno de los aspectos más desafiantes de ser parte de la generación sándwich son las implicaciones económicas. Cuidar tanto de tus hijos como de tus padres puede poner una presión financiera sobre ti y tu familia. Los gastos de los cuidados a largo plazo, los gastos de educación de los hijos y el tiempo perdido en el trabajo pueden acumularse rápidamente y afectar la economía de la casa de manera significativa.

Consejos para llevar la situación

  • Priorizar tu bienestar: Es fácil caer en el hábito de sacrificar tu propia salud y bienestar a favor de cuidar a los demás. Sin embargo, es importante recordar que no puedes cuidar bien a los demás si no te cuidas a ti misma primero. Asegúrate de dedicar tiempo a ti misma, ya sea para hacer ejercicio, meditar, leer un libro o simplemente relajarte.
  • Comunicar tus necesidades: No tengas miedo de pedir ayuda cuando la necesites. Ya sea delegando tareas a otros miembros de la familia, contratando ayuda profesional o buscando apoyo en grupos de cuidadores, es importante reconocer cuándo necesitas un descanso y pedirlo sin sentirte culpable.
  • Busca recursos y apoyo: No tienes que afrontar esta situación sola. Busca opciones de apoyo, ya sea en forma de grupos de apoyo, servicios de cuidado diurno para adultos mayores o de asistencia. Cuantos más recursos tengas a tu disposición, más fácil será manejar la carga de ser una cuidadora de la generación sándwich.
  • Acepta tus limitaciones: Reconoce que no puedes hacerlo todo y no seas demasiado dura contigo misma si las cosas no siempre salen según lo planeado. Aprende a ser flexible y a adaptarte a las circunstancias cambiantes.
  • Encuentra momentos de alegría: A pesar de los desafíos, trata de encontrar pequeños momentos de alegría y tranquilidad en tu día a día, sea comiendo con tus seres queridos o con una amiga, disfrutando de una conversación tranquila o simplemente observando el amanecer.

Conclusión:

Si eres mujer de la generación sándwich, afrontando los desafíos que conlleva, es fundamental que no te sientas sola y que cuentes con un apoyo con quien compartir tus experiencias y emociones. Al tomar medidas proactivas para cuidar de ti misma, buscar recursos y compartir las responsabilidades con tus personas de apoyo, puedes encontrar una sensación de empoderamiento y conexión que te ayudará a atravesar incluso los momentos más difíciles. Recuerda que eres una fuerza de amor y sacrificio, y que mereces tanto cuidado y apoyo como das a los demás.

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